Partida en dos por las aguas del antiguo río Síngilis de los romanos, el actual Genil, se encuentra el municipio de Pinos Genil. El pueblo está dividido por un puente de nueva construcción, ya que el antiguo quedó destruido durante una riada. Enmarcado en un bello paraje natural, ofrece al visitante una amplia gama de rutas y recorridos por senderos, cotos de pesca y las llamadas cañadas reales.
El paisaje se completa con manantiales naturales que invitan al descanso y al esparcimiento. Dentro del núcleo urbano, su casco histórico está inmerso en un emplazamiento muy protegido por las montañas de Sierra Nevada.
Mención especial merecen los túneles de la desaparecida línea del tranvía de Sierra Nevada, los antiguos edificios y la central eléctrica de la localidad, el Alto del cerro de la cruz, con sus magnificas vistas, el Coto de Pesca Intensiva Pinillos (situado en el pantano de Canales) y el Paraje de la Fuente del Lobo.
Denominado Pinillos desde la edad media, este municipio estaba habitado por mozárabes e hispanos-visigodos en el siglo X. Dicha población se dedicaba a la agricultura, pastoreo y arte de la guerra. Con el asentamiento posterior del pueblo musulmán se producen represalias muy acentuadas en Pinos Genil. Incluso, debido a su localización, tuvo que intervenir Juan de Austria. A pesar de no contar con un castillo para su defensa, la naturaleza fortificó a Pinos con el escarpado y espectacular peñón que preside la cañada del Genil. A este peñón había que subir por unas escaleras abiertas a pico en la misma piedra. Desde su cima, usada a manera de plaza de armas, los pobladores musulmanes impedían en su época la entrada de los cristianos río arriba.
Las crónicas antiguas destacan la existencia de dos grandes cuevas inmediatas a este montículo en las que salvaguardar a la población y al ganado. La tranquilidad a la población de Pinos Genil llega tras la Reconquista y la firma de las Capitulaciones, aunque se rompe con las rebeliónes moriscas en el siglo XVI, que se extendieron hasta su expulsión un siglo después. Más tarde se produjo la repoblación de estas tierras. Recientemente el municipio se ha visto inmerso en un desarrollo urbanístico debido a que ha sido elegido como lugar de segunda residencia.
Pinos Genil es uno de los lugares predilectos de los granadinos para salir a comer los fines de semana y cenar al fresco las noches de verano, y sus bares, restaurantes y merenderos merecen por sí mismos una excursión. La relación calidad-precio es excepcional y se pueden degustar las especialidades de la gastronomía granadina más auténticas.
La gastronomía de Pinos Genil se nutre de las ricas verduras cultivadas en las huertas de este municipio. Son tradicionales sus platos de migas, choto y el arroz caldoso. También las carnes están muy presentes en las recetas que ofrece el municipio, así como los embutidos y chacinas.