Iglesia Parroquial de Santa María de Gracia
JuvilesConstruida en piedra vista con una hermosa plaza ante su puerta, data del siglo XVI. Fue restaurada en 2004, ya que todas sus cubiertas estaban muy dañadas.
En la Alpujarra alta, sobre una meseta rodeada de castaños, se encuentra ubicado Juviles. De su pasado esplendor apenas quedan unas exiguas ruinas en el lugar que ocupó su famoso castillo, sobre una peña cercana al pueblo que es conocida como ‘El Fuerte’. En el interior de su recinto se conservan aún las fábricas de los aljibes medievales, uno de los cuales es conocido por los vecinos como ‘la Ermita de los Moros’ desde donde se puede contemplar toda la extensión de la antigua Taha de Juviles.
El pueblo goza de magníficas vistas de sus alrededores y mucha tranquilidad en su interior. Otros lugares pintorescos y dignos de visitar en las inmediaciones del pueblo son el Tajo del Águila y la popular “Pisada del gigante”, una imponente pared de roca caliza, bajo la cual existen terrazas destinadas al cultivo de regadío, encinas dispersas y monte bajo. En la pared aparece una forma que se asemeja a la huella de un pie humano de grandes dimensiones.
Otros aspectos interesantes de Juviles son sus fiestas de moros y cristianos, unas de las de más tradición de la provincia, y sus magníficos jamones curados al aire serrano.
Una fortaleza del siglo VIII pone de manifiesto que Juviles tiene su origen en los primeros años de la ocupación musulmana. Dicha fortaleza tuvo especial importancia por su posición estratégica y porque servía como refugio cuando había peligro de guerra. Fue aquí donde los mozárabes rebeldes de la Alpujarra se refugiaron y fueron sitiados por Abderramán III en el verano del año 913. Tras quince días de asedio los musulmanes andaluces solicitaron el perdón del emir, prometiendo entregarle a los cristianos amparados entre sus muros, los cuales fueron degollados. La fortaleza adquirió gran protagonismo durante la campaña de Granada al oponer una férrea resistencia. Por este motivo Fernando el Católico ordenó su destrucción.
Juviles llegó a ser cabeza de la taha de su nombre que englobaba a doce lugares y veintitrés anejos. Se puso de parte del caudillo Abén Humeya durante la rebelión morisca y por ello pagó un elevado precio. Más de un millar de cautivos mudéjares murieron a manos del marqués de Mondéjar, en un descampado que desde entonces se conoce como Huerto de los Mártires.
Una vez expulsados los moriscos, tras la victoria militar de Juan de Austria a finales del siglo XVI, fue repoblado, como toda la comarca, con cristianos viejos procedentes principalmente de Castilla.
En Juviles se puede degustar la cocina típica de la comarca. Cocidos, pucheros, cous-cous, cordero, chotos y lechones. Destacan sobre todo los jamones, de cerdo blanco, que se curan con el aire fresco de la montaña en los numerosos secaderos del pueblo. Las setas con jamón serrano es el plato más característico de este municipio.
Construida en piedra vista con una hermosa plaza ante su puerta, data del siglo XVI. Fue restaurada en 2004, ya que todas sus cubiertas estaban muy dañadas.
Las fiestas patronales de la Virgen del Rosario son una cita destacada en el calendario festivo de Juviles. De hecho, en su honor se celebran diversos actos religiosos, como misas solemnes y una procesión con su imagen. La celebración continúa [...]