Este pequeño pueblo de la Alpujarra granadina se encuentra ubicado en la ladera sur occidental de Sierra Nevada. Está situado a más de mil metros de altitud, lo que le permite disfrutar de frescas aguas, bellos rincones y excelentes paisajes. La arquitectura es la característica alpujarreña, con sus viviendas blancas de tejados planos que se engarzan a la perfección en la orografía del terreno.
Cáñar cuenta con dos auténticos monumentos naturales: el paraje de Puentepalo, hermoso pinar que arropa el nacimiento del río Chico, por encima de los 1700 metros de altitud, y la Cueva de Sortes, que toma su nombre de un antiguo poblado ya desaparecido. Cerca de la cueva está situada la fuente de Poyo Dios, en la que Federico García Lorca se inspiró para escribir los famosos versos de ‘La casada infiel’: “Y que yo me la llevé al río / creyendo que era mozuela, / pero tenía ‘marío’”.
Resulta curiosa la manera en que este pueblo celebra la festividad de los Santos Inocentes. Cada 28 de diciembre tiene lugar la fiesta de ‘las mozuelas’, una vieja tradición en la que los solteros ofrecen una serenata a las solteras por la que se les cobra.
Los orígenes de Cáñar se remontan a los primeros años de la ocupación musulmana de la Península Ibérica. De esta época (siglos VIII al XI) data la alquería aneja de ‘El Fex’ y las canalizaciones y acequias de riego. A mediados del siglo XIV, con la división administrativa de la Alpujarra, Cáñar se incluye dentro de la Taha de Órgiva.
En 1492, con la conquista de Granada, cae en manos de los Reyes Católicos. Fue entonces cuando la población se vio paulatinamente sometida a una presión que llegó a convertirse en intolerable, y en 1568 un rico terrateniente de la zona, Hernando de Válor, que tomó el nombre de Abén Humeya, se sublevó contra Felipe II. El levantamiento desembocó en una revuelta general entre los moriscos de todo el reino de Granada.
Las discrepancias internas entre los propios moriscos, que en 1569 dieron muerte a Abén Humeya, permitieron que Juan de Austria acabara pronto con el levantamiento. Los moriscos serían definitivamente expulsados en 1609 y Cáñar se fue repoblando con colonos procedentes de otros reinos de España.
Las especialidades incluyen sopa de almendra, el puchero de hinojos, las migas y los guisos de caza. De la repostería destacan los roscos, pestiños y buñuelos.