Yacimiento arqueológico ubicado en el cerro del Cántaro, a unos dos kilómetros del casco urbano. En este paraje han aparecido restos de época íbera. Se han descubierto restos de molinos y de utensilios de labranza. De la etapa romana se han hallado vasijas, monedas con el rostro del emperador Trajano y tumbas.