En torno al Albaicín y las calles del Centro de la capital, se dan cita unos establecimientos en los que es posible “saborear” las raíces moriscas por partida doble. Son las teterías andalusíes, concentradas en las calles Calderería Nueva y Calderería Vieja, el escenario idóneo para probar un aromático té moruno acompañado de uno deliciosos pastelillos árabes.