Construida entre los siglos XVI y XVII en el popular barrio Alto de Loja. Recibió numerosas donaciones de la Reina Isabel II a través del general Narváez. Antes de su destrucción durante la Guerra Civil, destacaba por los muebles, tallas diversas y el retablo barroco de la escuela de Churriguera. El interior se distribuye sobre una planta basilical con capillas laterales y el techo artesonado apoyado en arcos de medio punto.