Comida popular en el campo. Los asistentes, para quedar libres de toda tentación maliciosa, lo primero que hacen al llegar al lugar elegido para pasar el día es “atar al Diablo”, materializado en la rama de un árbol, o en un matorral cercano. Para degustar en este día se elaboran los tradicionales hornazos, con la masa de los bollos de aceite y un huevo duro en su interior.