El Palacio del Cuzco fue mandado construir como residencia veraniega en 1795 por orden de don Juan Manuel de Moscoso y Peralta, que habiendo nacido en Perú fue arzobispo de Granada.
Junto al jardín, de clara influencia italiana, conforma un excepcional conjunto. Declarado monumento nacional, se encuentra adosado a la iglesia parroquial; conserva su distribución primitiva con 2.500 metros habitables, divididos entre planta baja, entreplanta y alta.
También posee muchos elementos decorativos primitivos: pinturas al fresco, puertas de madera con herrajes dorados… La galería superior de la fachada oriental está decorada con murales pintados al fresco a la manera italiana. Uno de sus principales atractivos son los jardines que datan de la misma época que el palacio. Magnolios, cipreses y plataneros conviven con fuentes y abundantes elementos de agua.