Antonio Izquierdo es el fundador y cuidador de este curioso molino-museo etnográfico que reúne una colección de objetos populares que reflejan el modo de vida tradicional de la región.. Su construcción es anterior a la del núcleo urbano y se trata de el único molino que queda de los muchos que existían en este lugar. Junto al molino se ubica un original mecanismo para el bombeo de agua basado en la compresión del aire.