Situado en el corazón del Albaicín, junto a la que fue una de las antiguas mezquitas de la ciudad musulmana, es el mirador más emblemático de Granada. Rincón romántico por excelencia, desde el se contempla una panorámica completa de la Alhambra, Sierra Nevada, la ciudad y la Vega de Granada. Y, según el expresidente de Estados Unidos Bill Clinton, “la puesta de sol más hermosa del mundo”.
Está siempre animado, con foráneos y locales. Abundan los vendedores de artesanía y grupos que con sus guitarras improvisan toques flamencos.