Es el más elevado de los miradores de Granada y desde él se contempla una amplia panorámica de la ciudad, del Albaicín y sus murallas, de la Alhambra y Sierra Nevada. Se accede a él después de una larga y empinada caminata, pero el esfuerzo se ve rápidamente recompensado con las gratificantes vistas.
Está situado ante la Ermita de San Miguel Alto, lugar al que los vecinos del Albaicín peregrinan en romería cada 29 de septiembre para sacar en procesión una imagen del Arcángel San Miguel.