De estilo mudéjar, fue erigida en el siglo XVI de la mano del maestro albañil Pablo Hernández. Se trata de un edificio de planta rectangular dividido en dos naves. Construida en ladrillo, de su interior destacan los dos retablos barrocos que recogen a los patronos de la localidad. Resalta la talla del arcángel San Miguel, en madera policromada. Otros de sus atractivos artísticos son las campanas.