Sobre las ruinas de la gran mezquita real de Granada se edificó la iglesia dedicada a Santa María de la Alhambra. Los diseños del nuevo templo los realizó Juan de Herrera a partir de 1581.
La planta es de cruz latina, con seis capillas adosadas a ambos lados de la única nave. En el interior del templo se conservan interesantes obras de arte como el retablo mayor de Juan López de Almagro.
La imagen de Santa María de la Alhambra, que se procesiona cada año el Sábado Santo, es una de las más representativas de la Semana Santa granadina.