Comenzó a edificarse con gran suntuosidad en 1580. Es de estilo renacentista de tipo grecorromano, con bóvedas de medio cañón y arcos de medio punto. Sus dos elevadas torres gemelas de planta octogonal tienen remates de pizarra muy agudos y constituyen la imagen que hace inconfundible a Órgiva. El retablo del Altar Mayor pertenece al barroco churrigueresco. Custodia la imagen del Santo Cristo de la Expiración, una talla de madera de cedro de la escuela de Martínez Montañés.