Antiguamente se celebraban en octubre, pero se pasaron a agosto para que pudieran asistir los emigrantes. No tienen fecha fija y duran cinco días. Los vecinos y visitantes disfrutan de gran variedad de actividades. Se organizan juegos en los que participan mayores y niños, actividades deportivas y culturales, verbenas y un largo etcétera que hace de estas fiestas las más largas y esperadas del municipio.