En octubre se celebra en Cádiar la tradicional feria de otoño en honor al Santo Cristo de la Salud. En 1967 se introdujo una novedad que acabaría convirtiéndose en el principal atractivo de su programa. Se instaló una fuente con dos grifos, por uno manaba vino gratuitamente durante todos los días de las fiestas, mientras que por el otro manaba agua para lavar los vasos.
La idea de la ‘fuente del vino’, original del poeta local Enrique Morón y varios amigos suyos, fue asumida dos años más tarde por el Ayuntamiento. Desde entonces se encarga del montaje y abastecimiento anual del etílico artilugio. La fuente se surte con vino del terreno, el inigualable y popular ‘costa’ que se cría en los cortijos de la Contraviesa. Cada año se consume durante las fiestas el contenido de todo un camión-cisterna.