Es un templo construido en el siglo XVI, que inicialmente se llamó Santa María de la Vega. Fue en 1614 cuando ya se le conoce como ermita de la Virgen de la Cabeza. De fachada blanca y rectilínea, se compone de una sola nave de planta rectangular. Se trata de un templo popular, que llama la atención más por su valor histórico que artístico.