Las crónicas hablan de que ya en el siglo XVIII existía una ermita de la Virgen de las Angustias junto a la Fuente Agria. Se reedificó en la década de 1970 de donde toma su aspecto actual. De construcción muy sencilla, destaca por su sobriedad, rodeada de castaños centenarios y con el manantial a sus pies.