Con esta tradición culmina el día de la Santa Cruz. La zorra es una especie de muñeco que se hace con papel o pieles y se rellena y ajusta con cohetes. Mientras suena la música y se escuchan los cánticos, se pasea por todo el pueblo, hasta que llega al lugar donde va a ser quemada. Esta costumbre también pone el broche final a las fiestas de agosto.