El propio casco urbano de Santa Fe constituye en sí mismo un objeto de visita en el sector correspondiente al establecimiento original realizado en 1491.
La construcción de la villa efectuada ‘ex novo’ por mandato de los Reyes Católicos fue encomendada a las ciudades de Sevilla, Jerez, Córdoba y Andújar, a cuyos concejos se les asignó cada uno de los cuatro cuarteles en que quedó dividida.
Su planta adoptó el modelo castrense de Briviesca, sobre un solar rectangular con calles trazadas a cordel cortándose perpendicularmente, rodeándose de foso, muros, torres y baluartes de defensa.
Cuentan las crónicas que en su ejecución se invirtieron ochenta días. En el centro de la retícula urbana se emplazaron los edificios públicos, la Casa Real , la parroquia y, en sus inmediaciones, un hospital, la alhóndiga y otros servicios.