El balneario de Alhama es de gran interés monumental, ya que se encuentran perfectamente conservados los baños del siglo XII construidos por los árabes.
Está situado al final de una pintoresca garganta rodeado de un paisaje de riscos, aguas y vegetación exuberante. El aprovechamiento de sus aguas termales, indicadas para afecciones traumatológicas (reuma, artrosis, artritis…) y vías respiratorias, se remonta a los romanos. En su sala central surge el manantial entre arcos de herradura apuntados y bóvedas esquifadas.