El agua, sonido mágico que identifica Granada, rumor predilecto del Reino nazarí que la ciudad ha hecho suyo, tiene uno de los elementos característicos en sus numerosos aljibes conservados. De carácter utilitario, algunos estaban emplazados en el patio de las mezquitas, para las preceptivas abluciones antes del rezo; otros, canalizaban el agua hasta las casas, situándose en las plazas o junto a las puertas de las murallas.
El conjunto de los 28 aljibes que se conservan de la Elvira medieval, tanto en el Albaicín y Realejo como en el interior de la Alhambra o el Centro, es con diferencia el de mayor valor de los hallados en las antiguas ciudades de Al-Andalus. Algunos como el Aljibe del Peso de la Harina o el de la Plaza del Abad, continúan en uso.