Se trata de un edificio de grandes dimensiones, en el que se pueden ver las murallas atestiguando que en tiempos de los árabes fue una fortaleza. La fachada principal se comunica con la plaza. Posee un escudo heráldico encima de la puerta, aunque es posterior a su edificación. En el interior llama especialmente la atención la bóveda de un horno de cocer pan por estar situada al revés: primero se ve la bóveda que cocía el pan y, subiendo unas escaleras, se tiene acceso a la puerta del horno. En la alcazaba se conservan también los restos de una casa morisca.