Dificultad/Precauciones: Baja, volver en sentido contrario una vez consumido 1/3 de la botella.
Profundidad: Profundidad máxima 9-10 m, con una profundidad media de 8 m.
Acceso: Único acceso desde embarcación.
Duración estimada: 70 minutos.
Condiciones climáticas recomendadas: Brisa moderada (Fuerza 4) mejor con levante que con poniente.
Denominada también “La Esquinita”, se trata de una inmersión muy apreciada tanto por los buceadores con equipo autónomo como por apneístas.
La inmersión normalmente comienza en la zona más occidental de la playa de Cantarriján y navegando en dirección a poniente. Nos encontramos en el límite provincial entre Málaga y Granada así que la mayor parte de la inmersión se realiza en aguas malagueñas. La profundidad máxima que se alcanza es de 9 metros pero gracias a la existencia de varias cuevas se pueden observar ciertas especies propias de cotas más profundas como algunas gorgonias, brótolas etc. Además, esta zona presenta gran diversidad de fondos, desde los más rocosos, hasta los fondos de arenas finas y limos. La existencia de una pradera de fanerógamas cercana también favorece la presencia de una importante diversidad de especies.
Navegando en dirección a Málaga desde la zona de la playa, hasta sobrepasar el saliente en el que acaba el conocido como “Cerro del Sol” empezamos a tomar profundidad y enseguida se observan gran cantidad de especies tanto de peces como de invertebrados. Las anémonas, gran cantidad de espirógrafos meciendo sus penachos en buscan de alimento, multitud de nudibránquios y varias especies de gorgonias pueden hacer esta inmersión muy interesante desde el punto de vista biológico. Durante el recorrido podemos encontrar varias grietas con frecuencia ocupadas por alguna brótola, congrios u otras especies de similares costumbres.
Nos llamará la atención la presencia de una rueda de camión que se encuentra bastante recubierta por diversos organismos vegetales y animales, pero será aconsejable dejarla tal como está ya que sirve de refugio para diversas especies. Poco después llegaremos a la primera de las cuevas, que muchos buceadores se empeñan en visitar por dentro aunque no es nada recomendable debido a la fragilidad y delicadeza de las especies presentes en el entorno, que pueden resultar dañadas. Tras sobrepasar una pequeña puerta, llegaríamos a una sala abovedada de unos 15 m de anchura, y de unos 5 m de fondo. Buena parte del techo de la cueva está revestido por coral anaranjado, y entre sus pólipos se encuentran frecuentemente santiaguiños y caracolas porcelana (Cypraea lurida = Luira lurda). En sus paredes existen numerosos huecos en los que se esconden quisquillas y camarones de vivos colores. También podríamos encontrar con frecuencia algunos congrios, brótolas, algún torpedo o tembladera e incluso un bogavante que habita esta cueva desde hace tiempo, aunque su encuentro sería siempre fugaz ya que es extremadamente tímido y huidizo.
Tras la primera cueva, siguiendo nuestra inmersión hacia poniente, nos toparemos con una especie de “V” invertida y profunda en el acantilado que deja dos paredes convergentes y multitud de huecos en su interior. Las paredes están ocupadas por diversas especies entre las que destacan gusanos tubícolas como espirógrafos y serpúlidos, y sus numerosos huecos sirven de refugio a meros y morenas. Esta cueva también requiere un máximo de prudencia y precaución para no dañar a las especies presentes, por lo que se ruega no entrar más de lo preciso. Será suficiente con asomarse al interior desde la entrada.
Prosiguiendo la inmersión, entre los huecos que dejan las rocas del fondo es frecuente encontrar quisquillas, congrios, brótolas, algún pez ballesta y otro montón de especies propias de estos fondos rocosos. Si echamos la vista sobre la pared hacia la superficie, con la visibilidad suficiente será fácil encontrar varias especies de espáridos como sargos y salemas, lisas, u otras especies ramoneando y buscando entre las algas expuestas a las corrientes y a las olas. En la zona de arena, son frecuentes, algunos peces planos y los salmonetes de considerable tamaño, y con algo de suerte podremos encontrar algún congrio de arena.
Siguiendo por el acantilado daremos con una tercera cueva con una entrada más reducida y que carece del interés de las anteriores, salvo porque a veces sirve de refugio de algún mero u algún otro serránido. En esta cueva es más patente la salida de agua dulce procedente de la sierra adyacente. Este fenómeno de mezcla de agua dulce con agua marina puede ser responsable de la diversidad de especies presentes de la zona que no se observan en otros lugares de la costa. Después de esta tercera cueva nos queda algo de recorrido sobre grandes rocas de desplome y arenas hasta que hayamos consumido un tercio de nuestra botella, momento en el que deberemos comenzar el regreso.
Con algo de suerte podemos encontrarnos con algún gran calamar, los cuales se acercan hasta la zona para depositar sus huevos, espectáculo que sin duda nos dejará marcados.
Inicio en la proximidad de la playa o justo en la punta de Cantarriján y buceando en rumbo Noroeste (en dirección a Málaga). Parada en las cuevas para observar la biodiversidad (no entrar). Recorrer el fondo bordeando el acantilado sobre el límite entre arena y rocas. Volver en sentido contrario una vez consumido 1/3 de la botella.
ACCESO
Acceso desde embarcación. Acceso por carretera: Desde autovía del Mediterráneo A-7, salida 305 para coger la Nacional N-340 dirección Nerja-Málaga (si viajamos desde Granada). Acceso restringido a la playa a vehículos en temporada alta (Junio – Septiembre).
GEOMORFOLOGÍA
Cuevas submarinas con gran diversidad marina.
BIOTA
Comunidades y especies. Fondos arenosos, rocosos y cuevas. Especies interesantes: Gorogónias, espirógrafos, nudibránquios, coral anaranjado, Brótola, congrios, caracolas porcelana (Cypraea lurida), quisquillas, camarones, bogavante, meros, morenas, pez ballesta, calamar.
PERMISOS
Se requiere de un permiso para bucear en el Paraje Natural Acantilados de Maro-Cerro Gordo. Puede realizar la inmersión a través de los centros de buceo que cuentan con el requerido permiso o independientemente solicitando la “autorización para la realización de actividades de uso público, turismo activo y ecoturismo en Parajes Naturales” a la Delegación Territorial de Granada de la Consejería competente.
SEGURIDAD
No se necesita tomar más precauciones de las normalmente adoptadas. La inmersión tiene un nivel de dificultad Baja, con una fuerza de viento máximo de 4 (escala de Beaufort) de Brisa moderada, y se realiza a una profundidad que no se considera peligrosa.