Auto mariano de don Pedro Calderón de la Barca
La Hidalga del Valle es el único auto exclusivamente mariano de Calderón. Fue enviado por el autor para ser representado en Granada con ocasión de unas triunfales celebraciones de desagravio por las injurias vertidas en un escrito anónimo en 1640 contra la santidad total de María. El tema del auto es la inmaculada concepción de la Madre de Dios. La HIDALGA es María, única criatura humana exenta de pagar tributo a la CULPA por estar libre de pecado desde su concepción. En la obra, la CULPA cobra tributo a todos los humanos representados por JOB y DAVID. Pero, al llegar a la GRACIA, esta se niega a pagar argumentando que prepara el aposento para un “huésped tal, que su divino / ser no quiera pagar pecho / por ser hidalgo y ser limpio”. Tal huésped es La Hidalga. La CULPA insiste en cobrar tributo porque “de mí, ningún viviente se ha exceptuado”. El PLACER le aconseja que deje de pleitear porque esa criatura, “humana” y “divina” a la vez, por una gracia especial de Dios, ha sido concebida sin pecado y redimida al mismo tiempo por la sangre de Cristo. El auto termina con la exaltación de LA HIDALGA pisando la cabeza de la CULPA y la alegría de la NATURALEZA HUMANA ante la perspectiva de su liberación.