En el otoño de 1919 Manuel de Falla visita Granada acompañado de la familia Vázquez Díaz e invitado por el Centro Artístico para un concierto de cámara en el que se interpretaron algunas obras suyas.
Enta estancia granadina, Falla ya comunica a sus principales amigos su intención de vivir de forma permanente en Granada , algo que conseguirá el año siguiente.
Así nació una relación directa entre el músico y la ciudad que se alargaría durante veinte años de intensa creación artística y motor cultural en la Granada de la época.