Siendo un niño de seis años, en Bilbao, Blas de Otero vio sobre el escenario a Federico García Lorca, de la mano de Margarita Xirgu, presentando ?Bodas de sangre?. A todo eso hace referencia en un poema que el poeta leyó el cinco a las cinco de 1976 y donde aparecen unos versos que son toda una declaración de intenciones: ?Recuerdo y no recuerdo?. Es decir, lo que pensamos que pasó y lo que ha quedado dibujado en nuestra memoria.En el caso de Federico García Lorca, podemos tener también esa impresión al visitar su casa natal. ¿Hemos visto este objeto en alguna de sus fotografías amarillas? ¿Ese manuscrito es inédito o lo leímos antes? ¿Ese retrato no corresponde al de una postal que guardamos en casa? Es algo que nos provoca tener que volver siempre a esa casa, el primer hogar de Federico.