“Prefiero que seamos amigos”. ¿Quién no ha escuchado en algún momento de su vida esta terrible frase? Una sentencia que condena cualquier expectativa hacia la persona amada, que te destruye la ilusión de ser objeto de deseo, de pasión, de formar una pareja, de ser la media naranja de tu amor. El ‘happy ending’ de tu historia se desvanece y tu amante deseado se convierte en amigo…
Esta comedia de aroma fresco y ágil nos lleva en un viaje divertido con giros inesperados, conversaciones salpicadas de ironía, frustraciones y deseo sexual no correspondido. Vemos a nuestros dos protagonistas bailar un tango pero ni con la misma canción ni con el mismo paso.