Se trata de un espectáculo lleno de color, emotivo, que apela a la memoria colectiva y que sugiere unos años en la historia de este país y una forma de vida. El vestuario de la época, los sonidos originales del disco y las imágenes del universo lorquiano suman una propuesta que llena el escenario y que hace que el público, de todas las edades, participe de un ritual de música y recuerdos.