La playa es un lugar terrible. Es maravillo y terrible a la vez. Es maravilloso para quienes pueden quitarse la camiseta con absoluta tranquilidad y es un lugar terrible para quienes quitarse la camiseta supone un esfuerzo titánico. Los protagonistas de esta nuestra historia pertenecen al segundo grupo, a quienes consideran un suplicio despojarse de la camiseta aunque estén en la playa y lohabitual en la playa sea despojarse de la camiseta.