A Luis siempre le gustó este barrio. Se nota que es una zona “bien”. Y él, para qué negarlo, es un chico “bien”. El piso que le ofrece la agente inmobiliaria reúne todas las características que desea: bajo precio, amplitud, luz y unas hermosas vistas de la sierra. Tan solo presenta un pequeño “inconveniente”: la dueña del piso vivirá en él hasta el día de su (inminente) fallecimiento.