Pampaneira es la más baja de las tres poblaciones escalonadas que componen el Barranco de Poqueira. Esta localidad destaca por su extraordinaria arquitectura, que conserva la tradición alpujarreña de casas blancas de tejados planos con chimenea de sombrerillo y los tipicos tinaos. También es reconocida su riqueza y variedad artesanal, que abarca desde todo tipo de cerámicas, hasta tejidos como las jarapas y demás objetos típicos de la comarca.
Sus fuentes también merecen mención especial, algunas de ellas con aguas minero-medicinales, y otras, como la de Chumpaneira, con ‘poderes’ incluso casamenteros. Tal y como puede leerse en el mural colocado sobre los tres caños del pilar, donde se afirma “es fuente de la virtud y tiene tal magnitud que soltero que bebe con intención de casarse no falla, pues al instante novia tiene, ¡ya lo ves!”.
Esta localidad celebra cada otoño una feria artesanal, agrícola y turística, considerada como la muestra más completa en su género de toda la comarca. Se incluyen también productos gastronómicos, principalmente la repostería morisca y derivados del cerdo.
El origen de Pampaneira es de época romana. Su denominación procede del término latino pampinus, que significa pámpano y hace alusión a la frondosidad de sus tierras. Pese a ello, la configuración urbana que presenta y su arquitectura son claramente beréberes. Fue precisamente con los musulmanes cuando este municipio experimentó un importante desarrollo agrícola, especialmente con la producción de seda.
Tras la reconquista y la consiguiente expulsión de los moriscos, fue repoblada con cristianos procedentes de León y Galicia. Fue declarado Conjunto Histórico Artístico junto con Bubión y Capileira, y ha sido primer premio de Embellecimiento de Pueblos y dos veces Premio Nacional de Turismo.
La comida casera y los excelentes productos son el sino de esta tierra. Aquí se comen pucheros, ollas, guisos, sopas, migas, embutidos varios, dulces moriscos y, sobre todo, el plato alpujarreño, ‘inventado’ y servido por primera vez a los reyes de Bélgica Balduino y Fabiola en uno de los restaurantes de Pampaneira. Es ideal para reponer fuerzas después de un largo paseo por los alrededores: patatas a lo pobre con pimientos y cebolla, huevos fritos, jamón, lomo, morcilla y chorizo. Y de postre, una siesta.