Se trata de uno de los recintos fortificados más difíciles de estudiar y clasificar de la provincia. Puede que se levante sobre los restos de un edificio del siglo VIII. Sin embargo, de origen presuntamente andalusí, el actual castillo es el resultado de una reforma historicista de aspecto arabesco-romántico diseñado según la moda imperante a finales del siglo XIX y comienzos del XX.